Economía

Filosofía de la estupidez
Por: Goyita Huínchez | Caracas, 06 de noviembre, 2011

 

A finales de los años 60, los diseñadores de ropa impusieron la moda de los "hot pants", tropicalizados bajo la denominación de "pan calientes", que eran unos pequeños pantaloncitos que usaban las muchachas y que llegaban hasta un par de centimetros mas abajo de la ingle.

La moda, por razones obvias, causó furor y se propagó en todo el mundo. Pero luego, con el pasar de los años, la gente se fue olvidando de los "pan calientes", al igual que de la "mini falda" y de su némesis, la "maxi falda", dominantes por aquella época. Aproximadamente 40 años después, los diseñadores de ropa vuelven a imponer la misma moda de los “pan calientes”, con otro nombre, o mejor, sin ningún nombre y, evidentemente, con menos furor. Este parece ser un proceso recurrente de repetición de viejos diseños del cual hacen uso los vendedores de la mas variada gama de productos. Tal comportamiento tal vez esté  fundamentado, mas que en el exito previo del antigüo diseño, en una crisis de creatividad de los mismos vendedores de mercancias, con la misma necesidad de vender.

La misma crisis de creatividad pareciera estar propagándose, desde los vendedores de ropa, hacia los vendedores de ideas de nuestros dias. En efecto, la mercancía ideológica que acapara las vitrinas del pensamiento de la última década, dice en la etiqueta: "DESACELERACION", un nuevo nombre para un producto viejo, que algunos impacientes vendedores estan intentando masificar en el mercado global de los argumentos. Sin embargo, los volúmenes de ventas no son buenos, hay mucho menos furor por este tipo de productos que antes. ¿Se deberá a que es un diseño repetido, producto de la crisis de creatividad de los manufacturadores, como la intuición parece indicar? ¿O se deberá a elementos específicos como el empaque, la etiqueta o el sabor?

Animados por la necesidad de reducir la incertidumbre de tales interrogantes, en la consultora CC & Co.  nos dispusimos a realizar una pequeña prueba de degustación, para conocer la opinión de al menos, algunos clientes y su intención de compra. La primera tarea consistió en realizar un muestreo intencional con base al criterio de que los sujetos fuesen ciudadanos de un país rico en energía y minerales.  De tal forma, se seleccionó una muestra de 30 millones de sujetos, con edades comprendidas entre 0 y 90 años, habitantes todos de un país rico en energía y minerales. A tales sujetos, se les entregó un kit de “DESACELERACION” contentivo de tres argumentos:

  1. El pensamiento racional ha fracasado como proceso básico que orienta la existencia humana. El pensamiento guiado por las reglas del lenguaje, sea este natural o matemático, ha generado catástrofes descomunales derivadas de la implementación del conocimiento científico y tecnológico desarrollado a partir de tal forma de pensamiento, en las esferas politicas, morales y económicas del quehacer humano.
  2. La razón, como guía del comportamiento humano, ha generado un desequilibrio en las relaciones del hombre con el medio físico, por tanto un desequilibrio ecológico que eventualmente exterminará, no solamente a la raza humana, sino a toda la vida sobre el planeta y al planeta mismo. La superpoblación, la escasez de alimentos y la amenaza nuclear, son desórdenes generados por la razón, que son irreversibles e irresolubles, si se abordan racionalmente, es decir, desde la misma razón como criterio epistemológico. Por tanto, la razón es necesariamente depredadora.
  3. El fracaso de la razón como guía, conlleva el fracaso de todo lo generado por ella. El conocimiento, el bienestar, la creatividad, la ciencia, la tecnología, como ideales racionales, son depredadores y por tanto, amenazan la estabilidad de las formas de vida conocidas. El bienestar y la comodidad, implican consumo inadaptativo; la creatividad, la ciencia y la tecnologia, están al servicio de la industria de la basura, de alli el caracter destructivo de tales ideales y prácticas culturales.

 

Una vez entregado el kit a los sujetos y mientras los mismos revisaban su contenido, se les describió el empaque de la siguiente manera:

“La ‘DESACELERACION’ sirve para salvar la vida, la raza humana y el universo. Esto se hace evidente, cuando se considera que lo que debe desacelerarse es el ritmo vertiginoso de la producción industrial que depreda al planeta agotando las materias primas y generando basura como consecuencia de la sobreproducción, el consumo inadaptativo y la obsolescencia programada. Disminuyendo la velocidad de todos estos procesos, se logrará reestablecer el equilibrio ecológico. Produciendo menos basura, utilizando menos materia prima y vendiendo menos cosas inservibles, se preservará mucho más la naturaleza, y por tanto la humanidad.”

Al consultar a los consumidores su opinión sobre el empaque, una notoria mayoría expresó opiniones favorables sobre el mismo. Entre estas opiniones destacan aquellas referidas a su atractivo y vistosidad. La opinión de un estudiante de una universidad militar, vestido con mono azul y blanco, resume la impresión que causó el empaque en la muestra:

“¡Vaya, que envoltorio tan llamativo tiene este producto! Es bonito, tiene colores armoniosos y coherentes. Y las especificaciones estan bien escritas.”  

Posteriormente, se procedió a realizar la prueba de degustación propiamente dicha. Para ello se destaparon los argumentos en presentaciones de cuatro sabores  y se les dieron a probar a los sujetos de la muestra. Los sabores fueron:

  1. La desaceleración de la producción, requiere la desaceleración del pensamiento creativo, indispensable para refrenar el avance científico y tecnológico que demanda la industria depredadora.
  2. La degradación del pensamiento creativo, reclama la sustitución del pensamiento  complejo por el pensamiento simple, de la racionalidad por la irracionalidad y de la reflexión por la pasión, ideales mucho mas ecológicos.
  3. La comodidad, el bienestar y la calidad de vida, todos estos estados generados por el inconveniente consumo inadaptativo, deben ser sustituidos por la incomodidad, la privación y el esfuerzo permanente, la lucha permanente, como condición asociada a la disminución de la producción racional de basura.
  4. La desaceleración genera resistencia en las personas rebuscadas, pasivas, cómodas, consumistas, glotonas, conservadoras y flojas, las cuales deben ser sometidas por la fuerza, hasta que acepten los nuevos ideales y prácticas. La responsabilidad de someter la resistencia a la desaceleración, debe recaer sobre  una élite conciente de la importancia del nuevo ideal para la preservación del universo. Los miembros de ésta élite, deben excluirse del proceso de desaceleración para que puedan realizar con creatividad, eficacia, calidad y comodidad, su tarea de sometimiento.

 

Al degustar las diversas presentaciones, los sujetos de la muestra, en una notoria mayoría coleada positivamente, expresaron su desagrado por los cuatro sabores del producto. No lograron comprender que por su propio bien y por la supervivencia futura de la raza humana y del universo, debían abandonar con entusiasmo el pensamiento reflexivo, coherente y creativo, asi como aceptar con sacrificio antiapocalíptico, las privaciones, la incomodidad y la lucha, como ideales. Fueron incapaces de captar la importancia de aceptar la opresión, para la supervivencia de la vida.

El testimonio de la señora Loretta Malaparte, una anciana de 90 años, inmigrante italiana con 66 años de residencia en el país rico en energía y minerales, resume la actitud general de la muestra, sobre los sabores de la desaceleración:

“Cuando yo tenia como 14 años, allá en Sicilia, un señor coco pelao me dió una vez a probar una cosa que decia por fuera "FASCISMO"...  Sabía tan feo como esto que usted me esta dando, señora. ¡Fuchi, no me gusta, no me gusta!”

Leontiev Beria, otro anciano procedente de Kiev, coincidió en la misma apreciación de la señora Malaparte, en cuanto a la familiaridad del sabor:

“Esto sabe a Comité Central, sin vodka. Intragable. Y me disculpa, señora.”

A la luz de estos resultados de la prueba de degustación, parece evidente que el bajo volúmen de ventas de la “DESACELERACION”, se debe al rechazo a su sabor, a pesar de tener un empaque atractivo y vistoso. Los sabores del producto, en efecto son la repetición de sabores antiguos, que a pesar de haber tenido un rotundo éxito inicial de ventas en el pasado, posteriormente fueron desapareciendo del mercado. Probablemente los diseñadores de la “DESACELERACION”, estuvieron mal informados al momento de copiarse tales sabores y dedicarse a modificar solamente el empaque.

En todo caso,  las dificultades de colocación de la “DESACELERACION”, parecen ser una prueba más de la crisis de creatividad que embarga a los manufactureros del pensamiento, quienes a través de la copia de viejos diseños, pretenden el éxito rápido. Es de esperar que mas adelante volvamos a ver el mismo producto, con el mismo sabor, pero con un nombre diferente, tal vez, FILOSOFIA DE LA ESTUPIDEZ.

 

*Ex Directora General Sectorial de Hegemonía Ideológica y Filosofía Política del Ministerio del Poder Popular para la Educación y los Deportes de la República Bolivariana de Venezuela. Ex Cuadro Técnico del Partido Socialista Unico de Venezuela. Ex Socialista del Siglo XXI. Actual Directora de Mercadeo de Cogeculo Consultores & Co. (CC & Co.)


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